De toda la vida de la ciudad de Burgos ha existido una gran rivalidad, muy sana, entre las morcillas de Sotopalacios y las morcillas de Cardeña. La sociedad burgalesa está dividida. Esta elección es comparable a si eres del Barsa o del Madrid, si te gusta la tortilla con cebolla o sin cebolla, es como si en cataluña tuvieras que elegir entre independentista o español.
Una elección muy difícil que puede enfrentar familias.
Pero afortunadamente esto ya se acabó. Todas las fábricas de Sotopalacios y las de San Pedro de Cardeña se reunieron y tomaron una gran decisión para acabar con la división burgalesa. A partir de ahora mezclarán sus sistemas de producción y crearán la nueva MORCILLA DE CARDELACIOS.
Será una morcilla que juntará todo el potencial de ambos pueblos. Los directores de las fábricas están muy contentos porque la fabricación de morcillas de Burgos se convertirá en un monopolio que ellos controlarán. Esperan aumentar las ventas y ampliar sus ventas en el extranjero.